viernes, 23 de septiembre de 2016

Dinosaurios en la Historia: Agatón


Agatón fue el papa n.º 79 de la Iglesia católica desde 678 hasta su muerte. Es venerado como santo tanto por la Iglesia católica como por la ortodoxa y es el patrón de Palermo, su ciudad natal. No se sabe mucho de su vida antes de su papado.
     Nació en Palermo (Italia). Perteneció a a orden de San Benito; de padres ricos, cuando estos murieron distribuyó sus bienes entre los pobres y se retiró al monasterio de San Hermes, su ciudad natal. Fue elegido Sumo Pontífice en el año 679. Obtuvo del emperador que la iglesia romana fuera dispensada del tributo que pagaba al Imperio en la elección de cada papa; pero, en cambio, Constantino exigió que, según otra costumbre, el Pontífice nuevamente elegido no pudiera ser consagrado cuando el emperador no hubiera confirmado la elección. Fue el sucesor de Dono Iy le sucedió San León II. Reunió en Roma un concilio en el año 680 al que concurrieron más de 120 obispos; condenó a los monotelitas y dispuso las materias que debían tratarse en el concilio general próximo a celebrarse en Constantinopla, ese mismo año. En dicho concilio fue condenada de nuevo la herejía, y escribió una carta dirigida al emperador Constantino Pogonato, carta que fue aprobada por el concilio y declarado su contenido como artículo de fe. Envió cantores a Inglaterra para que enseñasen al clero el canto romano. Estableció el culto a San Sebastián y reinó tres años y seis meses. Murió en el año 682 a los 104 años. Fuente: mcn Biografías

martes, 23 de agosto de 2016

Dinosaurios en la Historia: Brunhilde Pomsel

Brunhilde Pomsel tiene 105 años pero conserva una memoria prodigiosa que le ha ayudado en su vida, a alimentar una leyenda en torno a su persona. Ella fue la secretaria personal de Joseph Goebbels, el fanático y brillante ministro de Propaganda de Hitler. Pomsel se ha convertido en personaje público tras dejarse entrevistar durante 30 horas por tres realizadores alemanes que presentaron el documental Una vida alemana en el festival de cine de Múnich. La cinta aún no ha llegado a las salas de cine, ni a las televisiones alemanas, pero el testimonio ha llenado varias páginas en la prensa a causa de una confesión que hace ante las cámaras. “No sabíamos nada, todo era secreto”, dice al referirse al mayor crimen cometido por los nazis: la exterminación de la población judía que vivía en Europa.
En la entrevista, Pomsel no pide perdón, pero deja entrever que su aparente ignorancia ante los crímenes cometidos por el régimen era una complicidad disfrazada, compartida por toda la población del país, que prefirió mirar hacia otro lado. Pomsel comenzó a trabajar como secretaria de Goebbels en 1942 ycuando terminó la guerra, fue hecha prisionera por el Ejército Rojo. “Lo pasé muy mal”, dice, al referirse a los cinco años como prisionera de los soviéticos. Cuando recuperó la libertad, trabajó 20 años en la televisión pública alemana y cuando cumplió 100 años se atrevió a hacer un pequeño ajuste de cuentas con su exjefe. “Fue un cobarde, porque tomó el camino fácil”, señaló al referirse a su decisión de suicidarse.

Alcohol en el ministerio


En la película, la mujer asegura que se afilió al Partido Nazi porque todo el mundo lo hacía y, añade con ingenuidad, sus compatriotas y ella misma creían que a los judíos se los llevaban a los campos de concentración para “reeducarlos”. “No me considero culpable, a no ser que se culpe a todos los alemanes por hacer posible que ese Gobierno llegara al poder”.
En el documental, se explaya sobre su vida en las oficinas de uno de los hombres más poderosos del Tercer Reich. Confiesa que se bebía mucho alcohol en el ministerio para olvidar la realidad y que su jefe era un “actor sobresaliente”. “Pasaba de ser una persona civilizada a convertirse en un bravucón vociferante y delirante. En la oficina tenía una elegancia noble, pero se podía convertir en un enano furioso. No puede haber un contraste mayor”.

Fuente: EL PAÍS

domingo, 7 de agosto de 2016

Dinosaurios 2.0

Aprovecho las vacaciones de agosto para actualizar el blog, para ordenar ideas, para escribir.
La novela, como dije en el anterior post, ya se encuentra acabada, y además está enviada a una editorial preciosa.
A la espera de una respuesta, escribo. A 35º, escribo (me refugio en el semisótano de casa de mis padres). Reparo en que llevo más de un año alimentando el monstruo de La extinción de los dinosaurios en Facebook. Creé una página promocional donde tiene cabida todo lo relacionado con dinosaurios, ancianos o el placer de leer.
La página, a continuación: La extinción de los dinosaurios
La intención de crear una página para el libro no es meramente promocional (después de todo, el libro no está publicado), sino una forma de generar fidelidad a la propia página con la generación de contenidos y material compartido. Además, tanto el blog como la página de Facebook puede ser útil para obtener un feedback  inmediato de los lectores potenciales o lectores factuales, una vez publicado. Además, puesto que la idea es tener Dinosaurios para rato, me he empeñado en hacer una pequeña gran labor de fomento de la lectura, así como una página de buenas formas: humor, reflexión, divulgación... que esta página funcione como un ente con vida propia al margen de la(¿s?) novela(¿s?).

Bienvenidos, queridos lectores, al lugar donde nace la magia.


martes, 26 de julio de 2016

Punto y final

Vengo a desdecirme.

Si hace dos años anunciaba que la novela estaba terminada, la verdad es que hasta hace unas semanas no he podido poner el auténtico punto y final. Hasta entonces, contaba con un primer borrador, por así llamarlo, escrito con prisa, sin pausa, como loco, y aunque durante su escritura hubo relecturas, revisiones y opiniones de amigos, el verdadero trabajo acababa de comenzar.
Tenía el pedrusco sobre el que trabajar. Quité paja, principalmente cualquier trama secundaria que alejara mucho de la historia y conceptos principales (incluido un apéndice final que descarté por completo), y me centré en desarrollar las descripciones, enriquecer los escenarios y personajes, tomarme mi tiempo para contar las cosas. Por entonces hice una relectura completa de la saga Harry Potter y, entre otras muchas novelas, de Cien años de soledad. En algunos capítulos de mi libro, quiero creer, cabe cierta magia de estos trabajos.
Sea como sea, en el excelente material para escritores que supone Mientras escribo, Stephen King recomienda que, en la revisión, debe haber una buena parte de poda, y que el resultado debe menguar en un 10-20% del total del borrador. Claro, lo dice un tipo que publica novelas llenas de paja (muchísima paja) sin la cual sus libros ganarían enteros. Así, yo comencé con ánimo de jardinero, recortando de forma generosa, pero luego lo regué todo, como ya he explicado. Y los tallos florecieron, y no paraban de brotar flores y más flores que hicieron que la criatura creciera sana y hermosa.

Total, que tenemos niña, pesa 112862 palabras y es preciosa.
En estos dos años de revisión ha engordado 17020 palabras.